Los mezcladores de mesa se usan para incorporar sólidos en un medio líquido en circulación. Tiene un amplio campo de aplicaciones, desde preparación de jarabes farmacéuticos hasta la incorporación de pectinas en glucosas para poder hacer mermeladas. Existe una versión con mixer in line de cada modelo para evitar grumos en el producto ya disuelto. Las aplicaciones más habituales son en el sector lácteo, como la reconstitución o estabilización de la leche, o en industrias como la de bebidas que se requiere realizar disoluciones de azúcar para realizar un jarabe.